«Ten confianza en ti mismo» es uno de los consejos más importantes que recibirás en la vida. Sabes perfectamente cómo son las personas seguras y tienes claro que es algo que vale la pena imitar. Pero, ¿cómo lo conseguimos? Antes de entrar en detalles debemos entender qué es la confianza y todo lo que encierra esta palabra.

¿Qué es la confianza?

En sentido estricto, la confianza es saber en qué eres bueno, conocer el valor que aportas… y tener la capacidad para actuar de manera que transmitas todos esos valores, actitudes y conocimientos a otras personas. Esto contrasta con la idea de arrogancia (que implica creer que eres el mejor en un área en particular) o con la baja autoestima (que implica creer que eres menos valioso de lo que realmente eres). Cuanto más se acerque esta autoevaluación a la realidad, y cuanto más te comportes en consecuencia, más cerca estás de mostrar una confianza saludable.

¿Por qué es importante esta definición? Porque si quieres elevar tu confianza a un nivel que te beneficie, es importante saber lo que estás buscando. Pensar ciegamente en positivo no ayuda necesariamente, aunque una actitud positiva es siempre un buen punto de partida. Eso sí, no debemos caer en el efecto Dunning-Kruger, que se produce cuando alguien sobrestima sus propias habilidades y muestra más confianza de lo que su nivel de habilidad merece.

Nivel de confianza, ¿qué es lo que de verdad importa?

La confianza es uno de esos rasgos que pueden entenderse como un ideal etéreo: todos pensamos que es algo positivo, pero lo realmente clave es entender cuáles son las razones específicas por las que una persona debería anhelar un aumento de la confianza en sí mismo. Afortunadamente, la ciencia nos respalda. Veamos algunos ejemplos que demuestran que mejorar la confianza en uno mismo se manifiesta en beneficios directos en el mundo real:

Un estudio publicado por la revista International Journal of Cosmetic Science señaló que los hombres que utilizaron perfume durante una serie de ensayos mejoraban su confianza de tal modo que se veían a sí mismos visiblemente más atractivos en las fotografías. Del mismo modo, los investigadores de la Universidad de Webster encontraron algo tan simple como que una sonrisa segura y directa de una mujer era más que suficiente para captar la atención de una posible pareja.

La importancia de la confianza en las relaciones de pareja, sin embargo, no termina en la propia cita. Una investigación publicada por la revista Journal of Personality and Social Psychology, demostró que los hombres tienen tendencia a tener una peor consideración de sí mismos cuando su pareja tiene un mayor nivel de éxito.

Asimismo, tener más confianza en el trabajo puede significar una mayor posibilidad de promoción. Un estudio piloto realizado por la Universidad de Melbourne encontró cierta correlación entre los niveles de confianza desarrollados durante la escuela primaria y el éxito conseguido en el lugar de trabajo en la edad adulta. Esto no sólo se aplica al mundo laboral. Un estudio realizado por la Universidad de Texas apuntó que los estudiantes que recibían cierta expresión de confianza en sus capacidades consiguieron mejores resultados que aquellos a quienes simplemente se les animaba a mejorar su rendimiento.

Cómo ganar confianza en uno mismo

Hablar de confianza es tan útil como explicar la mecánica cuántica a través de la danza interpretativa. Se necesita un minuto para entender la diferencia entre la confianza y la arrogancia. Si tienes un problema de confianza, ¿qué puedes hacer realmente al respecto? «Ser mejor» no es un consejo práctico, así que aquí te daremos algunos ejercicios prácticos con los que ganarás confianza en ti mismo.

  • Hacer ejercicio. Los efectos sobre la confianza son tan abrumadores que no podemos subestimar este apartado. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera un cóctel de endorfinas que te hacen sentir mucho mejor contigo mismo. Cuando terminas de entrenar recibes pruebas tangibles de que has hecho algo constructivo y todo en tu cuerpo está programado para secundar esa respuesta. Si se mantiene a largo plazo, los resultados de un cuerpo más saludable se vuelven más y más visibles.
  • Vestir mejor. Si nunca has tomado medidas para evaluar y mejorar tu vestuario, es posible que no seas consciente del efecto dramático que puede tener en tu nivel de confianza. Todo, desde el estilo de tus camisas hasta el color de las monturas de las gafas afecta a cómo te perciben los demás. Cuando la forma en la que te muestras está sincronizada con la forma en la que quieres que la gente te vea, la confianza puede incrementarse fácilmente.
  • Aprender posturas poderosas. Gran parte de cómo funciona nuestra mente puede verse afectada por lo que nuestro cuerpo está comunicando. La Universidad Estatal de Ohio ha realizado una investigación en la que se asegura que ciertas posturas (como estar de pie con los brazos o los puños extendidos en el aire) pueden aumentar los niveles de testosterona y ayudarnos a sentirnos más seguros.
  • Explicar algo que entiendas bien. Todo el mundo tiene algo que domina en un nivel superior al promedio. Hablar de esos temas, mostrar conocimiento y dominio de la situación nos ayuda de manera sensible a mejorar la confianza.
  • Competir en aquello que se te da bien. Si eres bueno jugando al tenis, apúntate a una competición y adquiere confianza ganando partidos a otras personas. En este punto es posible que te preguntes: “¿Cómo es posible que vencer a personas de un nivel inferior me haga sentir mejor?”. Si es así, enhorabuena. Para empezar, ya estás pensando como un ganador. El efecto de bola de nieve que se produce al ganar puede conducir a adquirir mucha más confianza durante el proceso.
  • Arreglar las cosas que no te gustan de ti mismo. Por mucho que te duela decirlo, a veces el problema no es tu actitud ni tus emociones. A veces hay que cambiar algunas cosas. Esto no significa que seas una mala persona o que no seas bueno en determinados aspectos. Más bien lo que señala es que si quieres tener más confianza en un área en particular, la mejor manera de hacerlo es mejorando. ¿Te sientes mal porque no sabes tocar la guitarra? Práctica. ¿Las conversaciones sobre política o economía hacen que te sientas poco inteligente? Aprende. Pide ayuda. No hay nada de malo en admitir que no sabes algo.

La mayoría de estos consejos tienen como finalidad hacer que te sientas mejor, potenciar aquellos aspectos en los que eres bueno y eliminar tus creencias limitantes. No hay nada que asegure que tendrás más confianza en ti mismo de la noche a la mañana, pero ahora que sabes qué es la confianza y cómo incrementarla… si trabajas duro, lo conseguirás.